Infancias militarizadas

«No hay niños combatientes en el EZLN,
o sea que no hay niños soldados.»
Subcomandante Marcos 1.

Niño soldado en la tropa zapatista. San Cristóbal de las Casas. 1994.

Niño soldado en la toma de San Cristóbal 2.

Es 1 de enero de 1994. El Ejército Zapatista ha tomado la ciudad de San Cristóbal de las Casas. Al rededor del palacio de gobierno se concentran los insurrectos. En la vía pública, el subcomandante Marcos hace declaraciones a la prensa, mientras civiles se acercan a mirar. Ahí mismo, un camarógrafo filma a la tropa; son jóvenes guerrilleros entre los que sobresalen menores de edad. La cámara graba a una niña, luego hace un acercamiento al rostro de un niño; ambos usan uniforme guerrillero, cargan mochila, y sujetan un arma.3. No hay duda, el EZLN utilizó infancias en la guerra.

Así inicia este viaje a la tierra de los niños en el Disney World de la Selva Lacandona. En el fantástico mundo donde caben muchos mundos, los niños soldados tienen el súper poder de ser invisibles, pues nadie parece verlos.

Desde 1994, se sabe que existen menores de edad en las filas del EZLN. Hay evidencia de la participación de infancias en los combates del 94, no sólo el material videográfico lo confirma, sino las propias declaraciones de la militancia zapatista.

Uno de los testimonios más elocuentes es de la mayor Ana María, quien dirigió la toma de San Cristóbal, ella reconoce que hubo participación infantil durante la ofensiva armada:

«Ahorita tenemos muchas niñas y niños dentro de las milicias, hay niños de ocho y nueve años que están inquietos, ven a un insurgente y van y acarician el arma, dicen “yo también quiero uno, quiero ser insurgente” y juegan a serlo. […] Ellos también van a las reuniones y muchos se molestan porque les decimos que no pueden jugar a las armas hasta que crezcan. Entonces tenemos que aceptarlos, claro que no los llevamos a pelear pero muchos sí se ponen duros y dicen ‘quiero ir’, por eso hubo algunos de ellos aquí, cuando venimos atacar San Cristóbal» 4.

La mayor expresa naturalidad al mencionar la presencia infantil en el conflicto bélico, quizá sea porque ella misma fue una niña soldado. Revisemos cómo es que se incorpora al agrupamiento armado:

Ana María es originaria de Lázaro Cárdenas, un poblado tsotsil del municipio de Huitiupán. Esa comunidad fue la primera base de apoyo de la guerrilla. Al hermano mayor de Ana María (conocido como Paco) lo recluta la organización armada, pero su notoriedad como líder agrario le impide pasar a la clandestinidad, entonces acuerda ceder a las infancias de su comunidad para la guerra revolucionaria:

«El acuerdo al que llegaron las FLN y la familia de “Paco” es que, en vista de que los mayores no podían dejar de trabajar la tierra y de sostener la lucha pública, la organización se llevaría a sus hijos menores para formarlos en las ciudades como cuadros técnicos o profesionales de la guerrilla. Los adolescentes debieron aceptar el convenio no sólo por decisión de los más adultos, sino porque ellos eran la generación directamente afectada por falta de tierras (además de que a las mujeres les estaba negada su posesión). De esta manera, “Paco” y sus hermanos entregaron a sus hijos “Pancho” o “Frank”, “Jorge”, “Petul”, “Javier”, “Yolanda”, “Cecilia”, “Mario” y “Benjamín” a las FLN. Todos tenían entre once y catorce años y estaban a prueba para ver si podían adaptarse a los requerimientos de la organización.»

Testimonio de Rene, militante profesional de las FLN 5.

Así, éste sistema de captación de infancias se convierte en norma; las comunidades bases de apoyo acceden a entregar a sus niños para ser adiestrados, adoctrinados y utilizados por el EZLN. Aunque la pobreza y la marginación fueron determinantes para tal acuerdo, pues la organización armada representaba una opción escolar y laboral. De modo que niñas y niños son empujados a incorporarse a la tropa, en un intento por sobrevivir.

Si el asunto es grave, para las niñas lo es más, ya que ellas acceden a enrolarse para escapar de los matrimonios forzados. Como las mujeres no tienen derechos agrarios, por los usos y costumbres indígenas, se convierten en una carga económica familiar, por eso los varones adultos acuerdan la venta de las niñas, supuestamente, para asegurarles la subsistencia. Es así que el Ejército Zapatista se presenta como una alternativa para escapar de los casamientos no consentidos.

Para Ana María, el matrimonio forzado fue lo que motivó aceptara su entrega al EZLN. De haber permanecido en su comunidad le esperaba el mismo destino de sus hermanas; casarse con cualquiera capaz de pagar la dote. 6.

Circunstancias similares afrontó la mayor Maribel. Ella nace en una población tseltal del municipio de Altamirano. Su padre, Mario, es enganchado por el EZLN y designado responsable local, eso ocasiona que toda su comunidad se involucre con el zapatismo. Los hombres de su familia acuerdan ceder a los menores de edad; su hermano y ella son los primeros, apenas tenían 12 y 14 años de edad. Posteriormente, los cuatro hermanos menores de Maribel se incorporan. Así, con el reclutamiento de un patriarca indígena se logra alistar a seis niños combatientes. 7.

Ingresar al EZLN representó para Maribel un escape a la función de cónyuge que le esperaba en la sociedad indígena. 8. Era un desafío individual a la institución matrimonial.

Pero no sólo la amenaza de los casamientos arreglados arroja a las infancias a enrolarse, la presión de su entorno les manipula para que se sacrifiquen por la colectividad. Tal como lo describe la mayor Maribel:

«Veía todo el sufrimiento de las demás mujeres, de mi mamá, de mis hermanos, de mis tíos, de mis abuelos. Como que esa vida era injusta. Pero como te decía, agarré rápidamente un compromiso desde muy pequeña, entonces, ¿por qué ahora no? Ya teniendo catorce años, ¿por qué no agarrar el compromiso de hacer algo por esta organización que se llama EZLN?» 9.

Aquí se hace evidente que las infancias indígenas fueron coaccionadas. Niños y niñas, cuyas edades iban de los ocho a los catorce años, persuadidos de que su obligación era modificar el porvenir de su colectividad, para lo cual debían renunciar a su identidad y someterse a los dictados de una jerarquía militar. De modo que los adultos, quienes en realidad acordaron los reclutamientos, trasladan sus responsabilidades a las infancias que “voluntariamente” ingresan a la organización armada. En última instancia, no tiene sentido distinguir entre reclutamiento forzados o voluntarios, en tanto se manipule a las infancias.

Una vez que los niños quedan bajo control del agrupamiento armado su vida se desarrolla en la clandestinidad. Son confinados en casas de seguridad, donde se impone una severa disciplina.

Cuenta Ana María que fue trasladada a diversas casas de seguridad (San Cristóbal, Ciudad de México y Tijuana) donde estuvo a las órdenes de la estructura jerárquica que establecía una división del trabajo basada en el grado militar. 10.

Una consecuencia de la clandestinidad zapatista es el aculturamiento; a los menores de edad se les aísla de su entorno indígena para implantar la cultura occidental que es indispensable para el adoctrinamiento ideológico al que se les somete. La instrucción escolar es otro factor primordial en la adaptación de los niños al entorno sociocultural hegemónico. El mayor insurgente Mario narra su violento aprendizaje:

«Estaba yo chavo cuando me integré, tenía 11 años. Lo que a mí se me encargó era aprender algo en la ciudad, algo manual para que luego yo les enseñara a otros. Primero estuve yo estudiando enfermería, quería ser doctor. […] Aprendí pediatría y medicina preventiva, era muy cabrón para inyectar, tenía mucha práctica, a diario lo hacía, yo salía a vacunar a la gente. También estuve, desgraciadamente, en la sala de partos, era yo muy chavo, 12 años.» 11.

La disciplina militar aplicada a las infancias zapatistas implicaba sufrimiento emocional y físico. Un valioso testimonio lo aporta el teniente insurgente Frank:

«Fueron látigo, pero muy buenos maestros […] Entonces empezó, vamos a decirlo así, el via crusis para nosotros, […] empezó la cuestión de la disciplina, y nosotros “desmadrosos”, venimos de pueblos y comunidades, analfabetas, con la dificultad para adaptarnos al medio, para conocer los conocimientos que nos tenían que dar, que era difícil, que era una barrera con la que se toparon los primeros compañeros con nosotros, desde disciplinar a este cabrón, porque había ese obstáculo, a pesar de que yo hablaba la castilla, yo ya leía textos, estudiaba, pero a parte, somos flojos y desordenados, sin método […] leemos un texto y nos dormimos.» 12.

Aquellos niños experimentaron grandes dosis de libertad en la selva, sin embargo, en el EZLN se vieron forzados a acatar ordenamientos infamantes que perseguían dominar su voluntad. Su jornada de entrenamiento iniciaba de madrugada con preparación física, continuaba con aleccionamiento ideológico, seguido de instrucción laboral intercalada con quehaceres domésticos. El gozo y la diversión desaparecieron bajo el sistema disciplinario castrense. Con tal combinación autoritaria, se fue extinguiendo la insumisión indígena.

Ni siquiera las relaciones afectivas escapaban del escrutinio de los mandos, según lo refiere el teniente Frank:

«Me mandan castigado, pero bueno, ya tenía el conocimiento, ya tenía experiencia por decir, y me castigan por un simple hecho ¿no?, porque no avisé que estaba enamorando a una compañera, pues uno tiene su corazoncito ¿no?» 13.

Así como la estructura armada intervenía en la vida amorosa, también estaba presente en la formación ideológica. De nuevo las palabras de Frank:

«Para la formación de comisarios políticos, Juan nos decía van a leer A los pobres del campo, van a leer otros libros, cuadernitos de Martha Harnecker, el de marxismo, donde se estudia qué es el valor , qué es la plusvalía y qué es la mercancía; esa es la parte más difícil para nosotros, porque es un lenguaje que no estaba a nuestro alcance, a nuestro nivel, había que entenderlo, por más que nos decían qué es valor, pues si te explican claro que sí, pero en el lenguaje de indígena, de pueblo que somos, ¿cómo lo interpretas? Y creo que ahí comienza el trabajo importante de nosotros los comisarios, aquí hay un texto, que vamos a tener que explicarlo, porque lo vamos aterrizar a lenguaje del pueblo» 14.

Lenin, Martha Harnecker, y teoría del valor. Bolchevismo duro era lo que introducían en las mentes de adolescentes nativos convertidos en agentes reclutadores. Adquiere relevancia éste testimonio ahora que los jefes zapatistas reniegan de tal ideología, a pesar de que su manera de conducirse se corresponde con el autoritarismo marxista.

Contrario a la publicidad promovida por el EZLN, es innegable que el credo leninista le fue inculcado a su militancia. Así mismo, son abrumadoras las pruebas de participación infantil en sus filas. No obstante, en su empeño por negarlo, pervierten la realidad, aferrándose a delirantes falsificaciones elevadas a verdad absoluta.

Ahora bien, es preciso mencionar lo establecido en el derecho internacional respecto al uso de infancias en operaciones bélicas; la Corte Penal Internacional considera crimen de guerra el reclutar y utilizar como soldados a personas menores de 15 años. Si se toma en cuenta que el EZLN asumió que la guerra revolucionaria debería ajustarse a las disposiciones de la Convención de Ginebra 15. , que igualmente proscribe la utilización de niños soldados, es claro que los mandos zapatistas son victimarios conscientes de sus acciones.

Sin embargo, como el anarquismo no basa sus reflexiones en preceptos dictados por instituciones, nuestra condena a utilizar infancias en la guerra es consecuencia del rechazo al sometimiento de la gente, en especial de la más vulnerable. Un viejo anarquista afirmó que los seres humanos poseen dos cualidades fundamentales, «la facultad de pensar y la facultad, la necesidad de rebelarse» 16.. La tragedia consiste en que el EZLN deforma esas cualidades en las infancias indígenas, reduciendo su existencia a ser meras piezas del aparato militar.
Se ha visto que los niños soldados son la base del Ejército Zapatista. De existir autocrítica al interior del zapatismo, tendría que abordarse el asunto con honestidad, no obstante, la jerarquía ha optado por simular que nada sucedió. No solo eso, el mando hace mofa de los niños de las comunidades que controla, así ocurrió en reciente alocución de Marcos, quien expresó sus intenciones de eliminar a un grupo de infantes llamados Comando Palomitas:

«Originalmente, mi plan con el Comando Palomitas era eliminarlo. [..] Mi plan es que fuera el Comando Palomitas e irlos arrojando al mar y nomas gritar ¡palomita al agua!» 17.

Tal bufonada delata la conducta del jefe militar, pues efectivamente, la organización armada que él dirige eliminó a uno de los primeros infantes reclutados. Eso indican los testimonios; Benjamín, integrante del grupo inicial de niños soldados y que fue parte del primer núcleo guerrillero zapatista, terminó siendo ejecutado por indisciplina 18..

Así es, entre las numerosas atrocidades cometidas por el EZLN sobresalen los ajusticiamientos. Próximamente se analizará esa práctica.

[Continuará]

NEL

 

Notas:

1. Tomado de El EZLN responde. Comunicado del Subcomandante Insurgente Marcos. México, Febrero del 2001. https://web.archive.org/web/20170407185012/http://palabra.ezln.org.mx/comunicados/2001/2001_02_09.htm

2. Fotograma del documental La última década del siglo XX (1990-1999). Director: Eduardo Carrasco Zanini. México, 2001. https://archive.org/details/ultimadecada

3. Descripción de una sección del video Declaración de Guerra del EZLN 1 de Enero 1994 https://www.youtube.com/watch?v=G2VRBQMguzc

4. Fragmento de la entrevista a la mayor Ana María.

‘No nos dejen solas’: Entrevista con la comandanta Ramona y la Mayor Ana María. Doble Jornada. Suplemento del periódico La Jornada, 7 de marzo de 1994. Matilde Pérez y Laura Castellanos. https://web.archive.org/web/20200325093431/https://www.cedoz.org/site/content.php?doc=355

5. Entrevista con Rene, 15 de junio de 2009. Citada en El suspiro del silencio. De la reconstrucción de las Fuerzas de Liberación Nacional a la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (1974-1983) Adela Cedillo https://web.archive.org/web/20201227223849/http://132.248.9.195/ptb2010/noviembre/0665097/0665097_A1.pdf

6. «Un acto que determinaría en los años por venir su pensamiento político fue la “venta de sus hermanas”, llegada la edad de casarlas. Ella narra que sus hermanas fueron casadas sin consentimiento, siendo ésta una decisión de los varones de cada familia, padres y marido. Al ser separada de su hermana, Ana María pidió explicaciones a su padre. Quería entender por qué había entregado a sus hermanas sin que ellas estuvieran de acuerdo. El padre respondió que era una forma de garantizarles una vida, porque él no las podía mantener.»

Experiencia de la participación política de mujeres zapatistas y transformación de la comunidad. Rosaluz Pérez Espinosa. Tesis doctoral. UNICACH. 14 de Diciembre 2021. https://archive.org/details/tesis-rosaluz-perez

7. Datos obtenidos del testimonio de la mayor Maribel.
Experiencia de la participación política de mujeres zapatistas y transformación de la comunidad. Rosaluz Pérez Espinosa…

8. «Maribel [..] era la hermana mayor y tenía, por tanto, muchas responsabilidades en el trabajo doméstico y de cuidado de los hermanitos. Además, su tiempo de asistir a la escuela en su comunidad había terminado. Su única perspectiva y futuro era esperar el momento de casarse y reproducir la misma forma de vida que se imponía a todas las mujeres casadas.»

Experiencia de la participación política de mujeres zapatistas y transformación de la comunidad. Rosaluz Pérez Espinosa…

9. Entrevista con la mayor Maribel. Hilary Klein. 2007.
Citada en Experiencia de la participación política de mujeres zapatistas y transformación de la comunidad. Rosaluz Pérez Espinosa…

10. Epílogo. Entregarse a la lucha. Historia oral de la mayor Ana María. ZAPATA VIVE. Guiomar Rovira y Rosaluz Pérez. Editorial Sexto Piso. Año 2024. https://archive.org/details/epilogo-zapata-vive_202502

11. ¡Zapata vive! La rebelión indígena de Chiapas contada por sus protagonistas. Guiomar Rovira.
Barcelona, Virus Editorial, 1994. Página 69.

12. Formación de un comisario político de las FLN. Entrevista con el Co. Teniente Insurgente Frank. Junio 2019.
Dignificar la historia IV. Toma de pueblos (1983-1993). Cuadernos de trabajo. Grupo Editorial La Casa de Todas y Todos. 2021. Apodaca, Nuevo León, México.

13. Formación de un comisario político de las FLN. Entrevista con el Co. Teniente Insurgente Frank. Junio 2019…

14. Formación de un comisario político de las FLN. Entrevista con el Co. Teniente Insurgente Frank. Junio 2019…

15. En los estatutos de la organización se afirma que el EZLN se acoge las Convenciones de Ginebra.
“Estatutos de las FLN”, 27 de noviembre de 1980, Exp. 009-011-005, L-1, H-115, p. 2. Archivo General de la Nación. Dirección Federal de Seguridad. Citado en El suspiro del silencio. De la reconstrucción de las Fuerzas de Liberación Nacional a la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (1974-1983)…

16. Mijail Bakunin. Dios y el Estado.

17. La Cofa del Vigía: Señales al mañana. Capitán Insurgente Marcos. https://enlacezapatista.ezln.org.mx/wp-content/uploads/2024/12/000103_0252.mp3?_=31
Mesas de la Primera Sesión de los Encuentros de Resistencia y Rebeldía Cideci-Unitierra. San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México, 29 de diciembre de 2024.

18. La investigadora Adela Cedillo hace una escueta relación de su asesinato: «Por comentarios que recabé, supe que […]“Benjamín” fue ajusticiado por problemas de conducta.»
El suspiro del silencio. De la reconstrucción de las Fuerzas de Liberación Nacional a la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (1974-1983)