“Cada uno de ellos parecía ver el desafío mortal en los ojos de los otros –sentir que los otros dos estaban arrastrándolo con toda la fuerza de su voluntad y de su cuerpo– hacia el mar –lejano- hacia espacios desconocidos- hacia un golfo desde el cual el retorno sería imposible –y ninguno de ellos tenía dudas acerca de la naturaleza insidiosa de este inesperado acuerdo de sus voluntades y destinos. YA NO ERA POSIBLE RETIRARSE.” 

Julien Gracqir

“Ya no era posible retirarse.” Todos somos cautelosos en nuestras revueltas, en nuestra creativa aventura de hacer nuestra vida propia. Entonces, ¿Cómo sería posible algún día llegar a ese punto donde “ya no sea posible retirarse”? Sin embargo, si alguna vez nos movemos más allá de la inercia actual, si rompemos con el movimiento del Capital, del Estado, de lo que es – con su trayectoria hacia el aburrimiento y el desastre….[1]

Pensemos por un momento en tiempos específicos, en la historia (La comuna de París de 1871, el mayo de 1968 en Francia) o en nuestra propia vida. Esos tiempos en que, a sabiendas, nos sumergimos en lo desconocido. Ciertamente, al comienzo, había este desafío mortal en las miradas de todos. Cuando este desafío comenzó a decaer, se transformó en una mirada de miedo, una compulsión a volver atrás, ¿a encontrar tierra firme? ¿Cuándo fue que eso se convirtió, para algunos, en una ideología de la seguridad?-la demanda por espacios seguros, el lenguaje seguro, las palabras seguras, que la precaución se transforme en el orden de los días-[2]

Al fin y al cabo, Yo soy anarquista. No sigo órdenes. Cualquier concepción significativa de libertad desafía la seguridad y desecha la precaución.

Vagabond Theorist

 


[1]Párrafo incompleto en la versión original.

[2] El autor está haciendo referencia a la nueva tendencia de corrientes “progresistas” –principalmente en EEUU, pero en otros lugares del mundo estas estrategias están siendo utilizadas por corrientes de izquierda – que intenta “proteger a los grupos minoritarios” a través de políticas coercitivas como prohibición de ciertas vestimentas, ciertos peinados, por catalogarlos de “apropiación cultural” prohibición de ciertas palabras –incluso fuera de ámbitos peyorativos- por catalogarlas “ofensivas”.