En 1977, militantes del área anarco-libertaria, tomando nota del “carácter de fuerza” expresado en particular por el movimiento del 77′ y haciendo referencia a las elaboraciones culturales del situacionismo y de la Fracción del Ejército Rojo (RAF), dan vida a la organización armada Azione Rivoluzionaria [AR].

Las tesis políticas generales de esta agrupación fueron expuestas en su Primo documento teórico, durante enero de 1978. Para poder comprender la ideología propugnada por el grupo subversivo en examen, se muestran bastante significativas las afirmaciones contenidas en opúsculos y octavillas de AR:

    «El movimiento no traslada el conflicto a la clase sino que lo asume en primera persona. La acción es directa. Cualquiera que sean los resultados objetivos, la valoración subjetiva es fundamental. La acción directa hace que los individuos tomen conciencia de sí mismos como individuos que pueden cambiar su destino y reapropiarse del control de su propia vida».

 

Junto a las siempre presentes críticas al capitalismo y a sus consecuencias, los redactores exhortaban y propugnaban por la acción:

    «Lo que queremos es llevar a cabo una crítica destructiva al Estado, a través del uso de la violencia revolucionaria, la lucha armada, la propaganda con los hechos. Queremos acelerar los tiempos y alargar el frente interno del conflicto para llegar a una desestabilización del Estado […] La crítica de las armas es hoy la única fuerza que puede hacer creíble cualquier proyecto.

    Crear, organizar 10, 100, 1.000 Núcleos Armados».

 

Sin embargo, hubieron grupos (y aún los hay) que se negaban a tildar a Azione Rivoluzionaria como un grupo anarquista. Es el caso del semanal anarquista Canenero (1994-1997):

    «Que en los años 70 el movimiento anarquista haya conocido experiencias específicas sobre el modelo combatiente, ésta nos parece una afirmación ligeramente errónea ya que el archipiélago Azione Rivoluzionaria […] se puede definir “anarquista” sólo a costa de una macroscópica forzadura ideológica. De hecho en AR confluyeron compañeros de proveniencias diversas, animados desde el principio por un espíritu libertario y anti-estalinista, que por un periodo breve definieron su propia experiencia como anarco-comunista, considerada como la suma de las diversas posiciones de los compañeros. Aquello que por el contrario resulta claro para tantos anarquistas, es que fueron justo las organizaciones armadas, ninguna excluida, las que contribuyeron en aquellos años al aplastamiento de la subversión social. Y estas reflexiones críticas no son de hoy, sino que han sido expresadas por diversos anarquistas en múltiples ocasiones de veinte años hacia acá».

 

La configuración organizativa fundacional de Azione Rivoluzionaria es aquella de los “grupos de afinidad”: «donde los vínculos tradicionales son reemplazados por relaciones profundamente comprensivas, marcadas por el máximo de intimidad, conocimiento y la confianza mutua entre sus miembros».

En tal configuración se enmarca también la constitución de “grupos de afinidad feministas”, con una producción teórica y autonomía operativa propias de estos núcleos. [Nota de la redacción: Como es el caso de Azione Rivoluzionaria Autonomia Femminista]

Una de las primeras intervenciones de Azione Rivoluzionaria es el baleo del médico de la cárcel de Pisa, Alberto Mammoli, ocurrido en dicha ciudad el 30 de marzo de 1977. El documento de reivindicación hace referencia a la muerte del anarquista Franco Serantini, acontecida el 5 de mayo de 1972 como consecuencia de los golpes sufridos en la comisaría al momento de su arresto y que no fueron tratados por los médicos de la prisión.

Entre marzo y septiembre del 77′, Azione Rivoluzionaria desarrolla su presencia en Lombardía, Piamonte, Toscana y Liguria.

Con el artefacto explosivo contra la sede turinés del periódico La Stampa (17.SEP.77) y el baleo intencional de Nino Ferrero, periodista del periódico L’Unità (18.SEP.77), Azione Rivoluzionaria da inicio a una campaña nacional contra «las técnicas de manipulación dirigidas al consenso» puestas en marcha por los medios de comunicación.

En particular, el periódico La Stampa es golpeado por la gestión que ha hecho de la noticia relativa a la muerte, ocurrida en Turín el 4 de agosto de 1977, de Aldo Marín Piñones y Attilio Di Napoli, dos militantes de la organización.

Esta campaña continúa en 1978 con el atentado a las oficinas administrativas del Corriere della Sera, en Miláno (24.FEB.78), y a la redacción en Aosta de la Gazzetta dei Popolo (29.JUL.78).

El 19 de octubre de 1977, en Livorno, un grupo de Azione Rivoluzionaria intenta secuestrar al naviero Tito Neri. El secuestro falla y los militantes son arrestados.

En abril de 1978, AR hace su aparición en Roma, colocando tres artefactos explosivos contra la sede del Banco di Roma, un concesionario de Ferrari y un salón automovilístico en via Togliatti.

En junio de 1978, Azione Rivoluzionaria firma -en Aosta- un atentado contra la sede de la Democrazia Cristiana. En la reivindicación se pide que sea «revocado el permiso otorgado al Movimento Sociale Italiano de continuar dando discursos en la Piazza di Aosta» (18-19.JUN.78).

Las tesis generales de AR vienen ampliamente expuestas en el documento Appunti per una discussione interna ed esterna, redactado en el verano boreal (junio-septiembre) de 1978.

Es útil además recordar que en los documentos de AR, emerge claramente la fuerte polémica existente en el interior del vasto movimiento anarquista, acusado de estar “sin estrategia y sin táctica”. De la misma manera debe ser recordado lo que sucedió en Forlì, durante el congreso antimilitarista desarrollado en 1988, cuando Bonanno y los demás pertenecientes al área insurreccionalista fueron acusados de “terroristas” y expulsados de la sala.

Durante el proceso que tiene lugar en Livorno, entre junio de 1979 y julio de 1981, algunos militantes de Azione Rivoluzionaria presentan un documento en el cual viene oficialmente anunciado la auto-disolución de la misma organización.

El 4 de octubre de 1979, en el curso de un proceso desarrollado en Turín, algunos militantes de la organización recuerdan, en un documento, a Salvatore Cinieri, asesinado en la cárcel de Turín por un preso común el día 27 del mes anterior.

En el informe judicial preliminar número 160/1 con fecha 25 de marzo de 1980, del Núcleo Operativo del Grupo de los Carabinieri de Florencia, Bonanno es señalado como perteneciente a Azione Rivoluzionaria según las declaraciones -posteriormente consideradas insuficientes- del colaborador Enrico Paghera. Con fecha 23 y 26 de marzo de 1980 eran arrestados, en ejecución de varios procedimientos cautelares, 19 personas consideradas pertenecientes a la organización subversiva en cuestión. Entre ellas figuraban Alfredo Maria Bonanno, Yean Helen Weir, Carmela Dimarca, Paolo Ruperto, Salvatore Marletta y Patricia Casamenti. Bonanno, Weir y Marletta eran, además, acusados de seis atracos realizados a notarías boloñesas. Pero el 30 de junio del mismo año, el Juez Instructor del Tribunal de Bolonia decretaba la excarcelación de los arrestados por insuficiencia de pruebas, y el 3 de abril del año siguiente se emitía sentencia de sobreseimiento por no haber cometido los hechos, en lo que concernía a los atracos y a la imputación de “banda armada”.

El 11 de abril de 1981, un año después de la auto-disolución de AR, muere a causa de un tumor Gianfranco Faina, considerado el fundador de Azione Rivoluzionaria.

Luego de la disolución de la organización, algunos militantes confluyen en Prima Linea, segundo grupo armado más grande de Italia en los años de plomo, sólo superado por las Brigadas Rojas. De tendencia marxista-leninista, fue fundado por militantes de las disueltas Lotta Continua y Potere Operaio. Operativo entre 1976-1987, el último de sus miembros fue excarcelado en 2004.

Por la actividad de Azione Rivoluzionaria, fueron procesadas 88 personas (61 hombres y 27 mujeres), entre 1977 y 1985.

 

Jauría de la Memoria